El arte es toda actividad o producto realizado con una finalidad estética y comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones o una visión del mundo a través del lenguaje, la música, la danza y la pintura. Por medio de la educación artística se contribuye al desarrollo integral y pleno de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, pues tiene un gran aporte cognitivo en el desarrollo de las habilidades y destrezas, como el emprendimiento, la diversidad cultural, la innovación, la creatividad o la curiosidad.
Las actividades artísticas despiertan la fantasía y el poder imaginativo; enseñan a valorar colores y formas, crean personalidad, dan confianza, fomentan el respeto y la tolerancia; son un medio para el desarrollo dinámico y unificador; el dibujo, la pintura, la danza o el teatro, permite que niñas, niños y adolescentes reúnan, interpreten y reformen los elementos adquiridos por su experiencia.
Beneficios:
• Refuerzan la calidad en el aprendizaje.
• Aumentan el entusiasmo y el interés.
• Incrementan la percepción del entorno y generan flexibilidad de pensamiento.
• Dan seguridad y autonomía.
• Estimulan las habilidades cognitivas y permiten la comunicación.
• Ofrecen la oportunidad de explorar la imaginación y la capacidad de desenvolverse mejor en ámbitos sociales.
Arte, escuela y adolescencia
Una escuela es eficiente si apuesta por una enseñanza que incluya el desarrollo de la creatividad y el arte, pues se crea un campo de actividad humana propicio para conocer todas las culturas a lo largo del tiempo. El arte es el corazón de todo el sistema educativo.
La adolescencia es la mejor etapa para inculcar diferentes tipos de actividades tanto deportivas como artísticas, las cuales ayudan a su desarrollo físico y educativo.
Aprender a expresar emociones
Las actividades artísticas enseñan a expresarse mejor, pues despiertan sentimientos. Ya sea como artistas o como espectadores, pueden plasmar o ver reflejadas sus emociones en muchas piezas, a través de la música, la pintura y la danza, entre otras. El arte logra que los problemas, cambios y miedos que viven la mayoría de las y los adolescentes sean más llevaderos al dotarlos de instrumentos de comunicación y autoexpresión.
Incrementan la capacidad crítica
Un elemento imprescindible durante la madurez intelectual es el desarrollo de la capacidad crítica, la cual se facilita con el contacto continuo con el arte, ya que, sin importar cuál sea la actividad artística a la que se inclinen, es un hecho que al realizar y contemplar obras de arte de manera regular, se acumula conocimiento para tener un panorama crítico más amplio.
Amplían el conocimiento
El arte también ayuda al conocimiento de otras culturas enriqueciendo en gran medida al ser humano. Las actividades artísticas son generadoras de conocimiento por su dinámica interdisciplinaria, intensidad y técnica para aplicarlo.
Contribuyen al desarrollo de la personalidad
Un artista es una persona capaz de expresar sus ideas, sentimientos y emociones a través de diferentes obras. Esta conjunción de expresiones son las que determinan la personalidad en un artista.
Mejoran la concepción de los valores
Anteriormente era más sencillo que las y los adolescentes conservaran los valores aprendidos durante la infancia; hoy, es necesario considerar que cada cultura es diferente, por lo tanto, el arte es una forma viable para reforzar los valores adquiridos durante la infancia.
Estimulan capacidades creativas
A través del arte, las y los adolescentes estimulan diversas capacidades, por ejemplo, potencian su imaginación, mejoran su expresión oral y habilidades manuales, además de incrementar su capacidad de concentración y memoria.
Se comprende mejor el mundo
Al ser el arte un conductor de emociones ayuda a comprender mejor el mundo, su historia y su evolución a través del tiempo. En la adolescencia se comienza a descubrir dónde y cómo desenvolverse.
El arte y las actividades culturales son beneficiosas para la salud física y mental. La OMS destaca que, desde antes del nacimiento hasta el final de la vida, el arte puede influir positivamente en la salud. Por ejemplo, niñas y niños cuyos padres les leen antes de ir a la cama duermen más tiempo y se concentran mejor en la escuela. Entre las y los adolescentes que viven en zonas urbanas, el teatro puede apoyar la toma de decisiones responsables, mejorar su bienestar y reducir la exposición a la violencia. La música también puede apoyar la cognición en personas con demencia. El canto, en particular, mejora la atención, la memoria episódica y la función ejecutiva.
Así, llevar el arte a la vida de la gente a través de actividades como bailar, cantar, ir a museos y conciertos ofrece una dimensión adicional sobre cómo se puede mejorar la salud física y mental.
En entornos sanitarios
En entornos de atención médica, las actividades artísticas se pueden utilizar para complementar o mejorar los protocolos de tratamiento. Por ejemplo, se ha descubierto que escuchar música u otras expresiones de arte reduce los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer, como somnolencia, falta de apetito, falta de aliento y náuseas.
También, las actividades artísticas en entornos de emergencia, que incluyen música, manualidades y actuaciones, reducen la ansiedad, el dolor y la presión arterial, especialmente en niñas y los niños, pero también para sus padres.
Pueden combinar múltiples factores promotores de la salud a la vez (como la actividad física y el apoyo a la salud mental) y tienen un bajo riesgo de resultados negativos. Debido a que las intervenciones artísticas se pueden adaptar para tener relevancia para personas de diferentes orígenes culturales, también pueden ofrecer una ruta para involucrar a grupos minoritarios o de difícil acceso.
Conoce más:
Secretaría de Cultura
https://www.gob.mx/cultura
Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL)
https://inba.gob.mx/
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
https://www.unesco.org/es
https://www.oecd.org/education/ceri/ES_ARTS_overview_V5_print.pdf