Durante la conquista y colonización española, el Rey Colimán se declaró defensor de su pueblo, luchó contra un ejército poderoso y bien pertrechado compuesto por purépechas, quienes se habían aliado a los españoles. En la batalla de Alima, municipio de Tecomán, perdió la vida y como un homenaje a su prestigio se encuentra una estatua en el acceso a la capital del Estado; está decorado con bajorrelieves y una placa cuyo texto exalta la grandeza de Colímotl: «Colima exalta aquí las virtudes de tu estirpe, como una definición de patriotismo».