Fortalecer a los pequeños productores y a los agricultores familiares, establecer redes de protección social para ayudar a los más necesitados a escapar de la pobreza, y asegurar el desarrollo inclusivo en las áreas rurales deben ser los elementos centrales de los esfuerzos para erradicar el hambre de una vez por todas, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto al dirigirse a la sesión de clausura de la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
LA CRUZADA NACIONAL CONTRA EL HAMBRE
“Estoy convencido de que sí es posible reducir la pobreza extrema y la desnutrición de manera acelerada, sustancial y sostenible," afirmó el presidente mexicano, al describir los progresos alcanzados por la "Cruzada Nacional contra el Hambre" liderada por su administración.
En la primera visita realizada por un mandatario mexicano a la FAO en 40 años, el presidente Enrique Peña Nieto, quien fue acompañado por la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, responsable de la instrumentación de la Cruzada Nacional contra el Hambre, explicó que ésta es una estrategia ambiciosa que combina una serie de medidas de protección social con esfuerzos para empoderar a agricultores familiares, y que ha permitido obtener significativos resultados en los últimos dos años y medio.
Hoy en día, informó, 4.3 millones de mexicanos reciben algún tipo de apoyo de la Cruzada, lo cual incluye comidas para niños, mujeres embarazadas y lactantes, personas adultas mayores y personas con necesidades especiales, a través de una amplia red de comedores comunitarias.
Peña Nieto dijo que hay tres elementos críticos que hacen posible el rápido avance de la estrategia: situar el hambre en lo más alto de la agenda política, otorgar suficientes recursos a los planes de acción concretos e identificar claramente a los beneficiarios de los apoyos.
Asimismo consideró que asegurar el acceso al crédito, la irrigación y el apoyo técnico, son elementos centrales de “una verdadera revolución en el campo, centrada en pequeños productores y agricultores familiares, apoyando su participación en mercados locales y regionales”.
Enfatizó que proporcionar comida nutritiva a la gente no es suficiente, por lo que deben dárseles las oportunidades para construir vidas mejores.
Por ello, dijo, la Cruzada Nacional contra el Hambre tiene como objetivos adicionales garantizar el acceso a la educación de niños y jóvenes, a través de becas; dar certeza jurídica con la regularización y escrituración de casas y terrenos; ofrecer viviendas dignas, a través de programas de crédito, construcción y mejoramiento de la vivienda, y llevar servicios básicos a l os hogares, como drenaje, agua y luz.
Para concluir, mencionó que con estas acciones México ha hecho suya la visión amplia que promueve la FAO para atender las causas estructurales de la pobreza y el hambre, mediante el desarrollo de las capacidades productivas de las familias.
ELOGIA GRAZIANO DA SILVA EL
COMPROMISO TOTAL DE MÉXICO
En su presentación, el director general de la FAO, José Graziano da Silva, agradeció al mandatario mexicano haber dejado claro su “compromiso total” con la seguridad alimentaria y nutricional desde el primer día de su mandato.
Tras señalar que es la primera vez que un presidente mexicano visita la sede de la FAO, Graziano da Silva destacó que México es uno de los 72 países que ya alcanzaron el primer Objetivo del Milenio, mismo que ya ha sido reconocido por la organización.
Mencionó que el presidente Enrique Peña Nieto dejó en claro desde el primer día de su mandato su liderazgo y total compromiso con la seguridad alimentaria y nutricional, esfuerzo que la Cruzada Nacional contra el Hambre ha traducido en acción para garantizar sus derechos a 7 millones de mexicanos en condiciones de pobreza extrema alimentaria y de vulnerabilidad.
México también, dijo, está fortaleciendo su marco institucional para apoyar la lucha contra el hambre. El Sistema Sin Hambre fue creado en 2013 para apoyar el monitoreo y progreso de las acciones y ahora está en el Congreso una iniciativa de ley del derecho humano a la alimentación, que la FAO está lista para apoyar.
Recordó que en 2013 México y la FAO firmaron un acuerdo para apoyar la lucha contra el hambre, y anunció que se estudia la posibilidad de abrir una oficina subnacional, porque hay mucho quehacer y un gran potencial para desarrollar, no sólo en México sino en la cooperación Sur-Sur, como lo demuestra la iniciativa Mesoamérica Sin Hambre.