Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 28 de diciembre de 2014.- “Después de trabajar un tiempo con el tomate, nos dimos cuenta que es un proyecto rentable, pero nuestros recursos eran insuficientes para aumentar la producción, por lo que solicitamos el apoyo y el Programa Opciones Productivas de la Delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en Chiapas nos lo proporcionó”, relata Francisco López Zepeda, representante del grupo de trabajo “Tomates de los Altos” ubicado en el Barrio Santa Cruz, en el municipio de Amatenango del Valle.
Cuenta Francisco que antes sembraban maíz y frijol, pero los ingresos por su venta no alcanzaban para sostener a sus familias. Cuando conocieron el Programa de la Sedesol se organizaron en un grupo de trabajo, integrado por seis mujeres y cuatro hombres y presentaron el proyecto “Producción y Comercialización de Tomate Rojo”.
El grupo recibió recursos federales por 299 mil pesos, los cuales sumados a 74 mil pesos que ellos reunieron, completaron una bolsa de 373 mil 800 pesos, para adquirir insumos e iniciar el nuevo proyecto.
“Ya teníamos la estructura del invernadero, pero faltaba dinero para adquirir plantas, químicos, motobombas, aspersores, fertilizantes, palas y azadones, entre otros implementos”, sigue Francisco en su narración.
Paco, como lo conocen en su localidad, contó cómo planearon la plantación y cosecha del tomate rojo, para después comercializarlos en la región, lo cual permitió crear una comunidad sustentable y a la vez proveedora de las localidades cercanas, muchas de las cuales no contaban con el producto.
“Nos ha ido muy bien y ya se comercializa a 70 pesos la reja de tomate en los municipios de Amatenango del Valle, Teopisca y San Cristóbal de Las Casas; la ventaja es que la producción es a corto plazo y se cosecha dos veces al año, sin importar el estado del clima, además de que la competencia es poca”.
El grupo considera que su proyecto es exitoso, porque en menos de un año el ingreso ha mejorado y con las ganancias se siembra cada vez una mayor cantidad de plantas.
15 TONELADAS DE TOMATE
POR CADA MIL PLANTAS
Paco refiere que “de mil plantas se saca un promedio de 15 toneladas en un ciclo de siembra, que representan entre mil 500 y mil 700 rejas (cajas) de tomate; el trasplante se lleva un periodo de tres meses, y dos meses después se comienza a cosechar; cada dos días se pizca el tomate”.
La producción aumentó más del 80 por ciento, alcanzando 40 toneladas anuales, que reditúan entre 140 mil y 150 mil pesos anuales.
El invernadero donde se siembran los tomates tiene una superficie de mil metros cuadrados; ahí caben 3 mil 500 plantas y el ciclo de vida de cada una es de cinco meses.
Francisco y los demás integrantes del grupo están contentos porque con el apoyo del Gobierno de la República a través de la Sedesol, mejoraron su situación económica al duplicar la producción de tomate rojo.
Todo lo que necesitábamos, concluye, era que nos dieran un empujoncito, para que nosotros pudiéramos salir adelante.